A poco más de una hora del centro londinense se encuentra Ware, ciudad donde Los Pumas instalaron su búnker para los próximos 10 días. Con Joaquín Tuculet y Juan Martín Hernández trabajando diferenciado a causa de lesiones leves, el seleccionado tuvo ayer su primer entrenamiento en suelo británico en la alfombra de césped del Haileybury School, colegio en el que por la tarde tuvo lugar la ceremonia de bienvenida al equipo argentino. La delegación fue recibida por casi 200 personas. El cierre de la ceremonia tuvo el momento más emotivo con la entrega de caps y medallas recordatorias.

Aunque los entrenamientos de los últimos días fueron bajos en intensidad y más enfocados en pulir detalles técnicos y estratégicos, el de hoy promete ser mucho más exigente.

“Estamos tratando de trabajar los detalles en las secuencias de las jugadas preparadas que vamos a usar contra Nueva Zelanda. Son detalles. Sabemos que los partidos se ganan o se pierden por cosas muy chiquitas”, evaluó Pablo Matera, uno de los debutantes mundialistas que tiene el equipo, quien destacó la plenitud física en la que llega el equipo a la Copa.

“Además de la preparación para el Championship en Australia, venimos de una muy buena semana de trabajo en Portugal, así que creo que físicamente es imposible llegar mejor”, aseguró el tercera línea.